"Si quieres que tus hijos mejoren, deja que oigan las cosas buenas que piensas de ellos". - Haim Ginott
Los niños confían en nosotros para interpretar el mundo: "¡Eso esta CALIENTE, no toques! ... Lávate las manos ... Podemos caminar ahora que la luz es verde ... Nosotros siempre ... Nunca .... Así es como lo hacemos ..... El cielo es azul .... "
Qué sucede cuando oyen : "Perderías tu cabeza si no la tuvieras pegada..... Eso fue una tontería ... Me vuelves loca .... ¿Por qué no puedes ser. ... tú nunca ... tú siempre ..... "?
O cuando escucha que le dices a alguien más: "No vas a creer el día que he tenido con este niño ... Él es tan irresponsable ... Ella nunca hace sus tareas sin que yo la acose ..... No se puede controlar a sí mismo. ... Ella tiene tal temperamento ... "
Lo que ocurre en los niños es simple, ellos lo creen.
Incluso si no lo demuestran, aunque actúen como si no les importara, en algún nivel nuestros hijos creen todo lo que decimos.
Esto podría desmoralizar a todos los padres a veces, porque todos hemos dicho cosas que más tarde desearíamos no haber dicho. Pero en su lugar, vamos a usar las palabras para nuestra ventaja, y para la ventaja de nuestros hijos.
¿Por qué no aprovechar la confianza de nuestros hijos en lo que decimos para capacitarlos y lograr que saquen su mejor yo?
Nuestras palabras no tienen que ser perfectas. Pero ¿qué pasaría si practicáramos estos cuatro hábitos?
1. Dale poder a tu hijo viendo a su mejor yo.
La investigación muestra que las creencias de los niños determinan su comportamiento. Cuando observes algo positivo acerca de tu hijo, dile lo que ves.
- "Estás trabajando muy duro en eso ...
- Oye, te vi frustrado con tu hermano, pero pudiste parar de gritar ... ¡
- Vaya, has leído todo ese libro tú mismo! ...
- He notado que estás recordando cepillarte los dientes ahora sin que te lo recuerden
Date cuenta que éstas son observaciones específicas sobre lo que tu hijo está haciendo en realidad, en lugar de declaraciones globales como "Eres muy inteligente" que al final no son demostrables o subjetivas.
2. Practica la técnica de resolución de problemas en lugar del etiquetado.
Si estas dando a tu hijo una lección sobre algo, descubre dónde está el problema y motívalo a resolverlo.
Decirle..."Siempre te olvidas de ..." lo convierte en el problema, y lo programa automáticamente para olvidarlo de nuevo. Es mejor decirle... "¿Cómo crees que puedes ayudarte a recordar mañana?" pues así le ayudarás a pasar de ser el problema a convertirse en el solucionador de problemas.
Sólo centren su atención en cómo él puede recordar esta vez, y comenzará a ver que es un niño que puede. Comenta especialmente sobre cualquier progreso en la "dirección correcta", incluso si no es perfecto. Todos necesitamos aliento para seguir avanzando hacia un objetivo.
3. Ayudale a mantener el "fracaso" en perspectiva.
Los niños crean creencias sobre el mundo con cada experiencia que tienen. Cuando las cosas no salen como esperaban, a menudo sacan conclusiones globales. Es por eso que " tengo todas estas palabras mal escritas" puede fácilmente convertirse en "No soy bueno en la ortografía ... No soy un buen estudiante ... Soy tonto."
Ayuda a tu niñ@ a replantear situaciones para ver que cualquier retroceso dado es temporal Y que el/ella tiene cierto control sobre si las cosas saldrán bien la próxima vez. "Estás muy decepcionado por no haber escrito bien esas palabras, pero podemos ayudarte a escribir bien las palabras para la próxima semana .... ¿Qué podríamos hacer para que sepas las palabras antes de la prueba de ortografía? "
Luego, da a tu hij@ todo el apoyo necesario para que pueda tener éxito - lo cual es muy diferente a hacerlo por ellos. El ver que tus acciones tienen un gran impacto en su éxito ayuda a los niños a intentar algo más difícil la próxima vez, en lugar de renunciar a sí mismos.
4. Déjalo oírte decir algo positivo acerca de él/ella a otra persona.
Cuando te oyen decir a otra persona algún cumplido sobre ellos, comienzan a creer que puede ser verdad. "Él fue tan servicial hoy ..... Creo que está viendo que centrarse en su tarea lo ayuda a disfrutar de la escuela más .... Él y su hermana están aprendiendo a resolver las cosas ... Cada vez más, él hace sus tareas sin que yo le recuerde ... ¡Estoy tan bendecida de ser su madre! "
Su hijo cree todo lo que dice. Y actúa sobre ello.
¡Qué magnifica oportunidad tienes en tus manos!