Descubre por qué las rutinas son benéficas en la vida de los niños y cómo puede ayudarte el uso de ellas en tu vida cotidiana...
1. Eliminan las luchas de poder
Las rutinas eliminan las luchas de poder, ya que no le estas dando ordenes a los niños a cada rato. Esta actividad (cepillarse los dientes, dormir, apagar la televisión para cenar) es simplemente lo que hacemos en este momento del día. El padre de familia deja de ser el malo de la película y la molesta se reduce considerablemente.
2. Ayudan a los niños cooperan
Las rutinas ayudan a los niños a cooperan al reducir el estrés y la ansiedad para todos. Todos sabemos lo que viene a continuación, se obtiene una advertencia razonable para las transiciones, y nadie se siente obligado a algo.
3. Ayudan a los niños a aprender a hacerse cargo de sus propias actividades.
Con el tiempo, los niños aprenden a cepillarse los dientes, empacar sus mochilas, etc., sin recordatorios constantes. A los niños les encanta estar a cargo de sí mismos. Este sentimiento aumenta su sensación de dominio y competencia. Los niños que se sienten más independientes y responsables de sí mismos tienen menos necesidad de rebelarse.
4. Los niños aprenden el concepto de "paciencia"
Las rutinas ayudan a marcar tiempos y espacios, sobre todo para las cosas que les gustan. Puede que quieran ir al parque, pero ellos pueden aprender que siempre vamos a la zona de juegos en la tarde, y se puede esperar entonces.
5. rutinas regulares ayudan a niños a manejar un horario
Las rutinas regulares ayudan a los niños a regirse por horarios, por lo que se duermen más fácilmente en la noche.
6. Las rutinas ayudan a los padres a construir esos momentos de conexión preciosos.
Todos sabemos que tenemos que conectarnos con nuestros hijos todos los días, pero cuando nuestra atención se centra en llegar a acostar a los niños nos perdemos oportunidades para conectar. Si construimos pequeños rituales de conexión en nuestra rutina, se convierten en hábito. Prueba acurrucarte con cada niño un rato en la mañana, o un ritual a la hora de la comida o cena o un ritual para después del baño.
Rituales como estos conectan a un nivel emocional con tus hijos, y si las convierten en rutina se construyen la seguridad, así como la conexión y la cooperación.
7. Ayudan a los padres a mantener la consistencia en las expectativas.
Si todo es una pelea, los padres terminan doblándose: ve más televisión, no te laves los dientes por la noche, etc.
Con una rutina, los padres son más proclives a continuar con las expectativas saludables para toda la familia, porque eso es sólo la forma en que hacemos las cosas en nuestro hogar. El resultado: una familia con hábitos saludables, donde todo funciona sin problemas!