Si pueden confiar en ti con las cosas pequeñas seguramente vendrán a ti con las cosas grandes.
Los niños no se acercan a un padre y dicen cosas como "tengo la oportunidad de hacer trampa en la prueba, ¿qué debo hacer? "o" soy bulímico ". Los padres tienen que ganar ese tipo de confianza. ¿Pero cómo? Aquí te damos unas ideas.
1. Escucha a tus pequeños cuando quieren decirte todos los detalles de su día.
Los hábitos de comunicación comienzan temprano. ¿Escuchas cuando habla de sus amigos de segundo grado, incluso cuando tienes cosas "más importantes" en las que pensar? Si lo haces, entonces es más probable que te cuente acerca de sus interacciones con los niños cuando sea más grande
Es difícil prestar atención cuando te apresuras a recoger comida para cenar y llegar a casa, pero si no estás realmente escuchando, suceden dos cosas. Te pierdes la oportunidad de aprender y enseñar a tus hijos, y ellos aprenden que realmente no escuchas, así que no hay mucho sentido en hablar.
2. Entrenate para escuchar y no reaccionar exageradamente.
Los niños temen crear un problema aún mayor al hablar con sus padres.
Demostrar que pueden confiar en ti y que los apoyas sin perder la calma. ¿Cómo? En momentos difíciles, respira. Escucha. Tranquilízate antes de abrir la boca. Cuando lo hagas, comienza desde la suposición de que tu hijo tendrá ideas definidas sobre cómo resolver este problema, y con tu apoyo, puede resolver los problemas.
3. Mantén la confianza.
¿Recuerdas lo avergonzada que te sentiste cuando tu papá contó en frente de familiares que te aterrorizaban las arañas? ¿O tu madre llamó a los vecinos para compartir lo que le habías contado de su hija? Considera todo lo que tus hijos te dicen como información privilegiada. Si piensas que necesitas compartirlo con cualquier otra persona por cualquier razón - incluso tu cónyuge - informa a tus hijos
4. Empieza desde pequeños.
Cuando tus hijos son pequeños, empieza a hablar de las cosas difíciles, de circunstancias especiales como ser un padre soltero o el tabaquismo del abuelo. Si respiras y actúas de manera natural y mantienes tus referencias cortas tarde o temprano te sentirás natural, y tus hijos se sentirán cómodos sobre esas discusiones para hacer preguntas y hablar sobre sus propios sentimientos. Las investigaciones muestran que los niños en familias que abordan problemas difíciles temprano tienen más probabilidades de consultar a sus padres cuando son adolescentes.
5. Di la verdad.
Es tentador decirle a tu niña que la inyección no le dolerá cuando ella está histérica en el doctor. Pero, ¿por qué debería confiar en ti después de eso? Si deseas establecer una relación de confianza con tu hijos, se digna de confianza, desde el principio.