Imagina que tus clientes en vez de comprar lo que han venido a buscar e irse inmediatamente se quedaran más tiempo en tu tienda. Imagina que tuvieran tiempo para conocer ese producto que posiblemente necesiten pero que no saben se esconde en tus aparadores...
El siguiente es abrir diálogo: dar y recibir información relevante para ambos. No te olvides que los clientes no solamente queiren recibir mensajes, muchas veces quieren ser escuchados, quieren ofrecer su punto de vista, hacer sus preguntas, ser protagonistas.
El tiempo y la conversación son dos ingredientes principales para establecer una relación. Cuando nos enamoramos intentamos pasar el mayor tiempo posible con la pareja y durante ese tiempo intentamos intercambiar cuanta mas información mejor (de todo tipo). Para que nuestros clientes se enamoren de nuestra marca es imprescindible crear ese tiempo y ese ambiente propicio para establecer una relación.
Un punto de venta es el lugar ideal para conseguirlo porque te permite envolver absolutamente al comprador. Si nos limitamos a vender productos estamos desaprovechando una magnífica oportunidad de ganar clientes que es mucho más importante.