Cuando los niños son aún pequeños, se enfrentan a un mundo lleno de aprendizajes, de cosas nuevas, y ellos intentarán aprender lo más que puedan pero esto a veces ocasiona que cuando las cosas no les salgan bien, recurran a enojos y rabietas que luego los padres debemos controlar y en donde los hijos ponen a prueba nuestra paciencia.
¿Sientes que tu hija o hijo se frustra mucho y constantemente? Con estos tips te ayudaremos a que tanto tú como tus hijos superen estos obstáculos de buena forma.
1- Sé consciente de sus propios límites: los niños pequeños cuentan con una menor capacidad de atención y esto los puede llevar a enojos y berrinches. Puedes ayudarlo con más horas de juego y de sueño para que sienta mayor libertad y la frustración disminuya.
2- Establezcan un horario: llevar a cabo una rutina es una excelente forma de que tus hijos sepan qué se espera que hagan ellos y en qué momento, por lo que estarán preparados para ello. Ya sea la hora de bañarse, recoger el cuarto o la hora de dormir, si ellos saben que día a día deben realizar estas tareas, su impulso a molestarse por esto cada vez será menor.
3- Como siempre, la comunicación es muy importante: algo muy positivo es ayudarle a tus hijos a expresar sus emociones y pensamientos en vez de sólo enojarse y hacer berrinches. Habla con ellos de cómo usando las palabras correctas, te harán saber que les ocurre y entonces tú podrás ayudarlos a sentirse mejor.
4- Hazle saber de las consecuencias: cada acción tiene una consecuencia, y esta lección es de las más importantes que puedes enseñarles a tus hijos. Sean claros con ellos en cuáles son las reglas del hogar y la importancia de seguirlas.
5- No olvides ser muy amoroso: el amor es lo más importante y ellos lo sienten. Siempre dense un tiempo para demostrarles el amor que sienten por ellos tanto con palabras como con abrazos. Esos momentos tienen un gran y muy positivo impacto en ellos que recordarán toda la vida.