¿Cómo va tu semana? ¿Has tenido un momento de conexión con tu hijo que hizo que tu corazón se derritiera?
Necesitas ese tipo de momento todos los días, para ser un padre pacífico...
¿Por qué? Porque criar a los hijos es difícil, y esos momentos de amor son los que nos ayudan a seguir adelante. Esa conexión es lo que nos recuerda que nuestro hijo es un joven humano haciendo lo mejor que puede, incluso cuando deseamos que ella actúe de manera diferente. Y dado que tenemos el privilegio de ver a nuestros hijos en su peor momento, esa conexión renueva nuestra fe para que podamos seguir viendo el mejor potencial de nuestro hijo, incluso cuando no pueden hacerlo.
Nuestros hijos también necesitan esos momentos para confiar en nosotros. Ahí es cuando nuestro amor realmente se hunde en sus almas. Cuando los niños están convencidos de que son amables, es más probable que se muestren amables. Cuando no lo son, "actúan", lo que significa que tienen sentimientos que no saben cómo expresar, por lo que actúan esos sentimientos.
¿Qué pasaría si pudieras crear esa conexión amorosa profunda como tu forma (casi) constante de estar con tu hijo? Sería como darte una varita mágica. No habría más gritos en su hogar. Algunas lágrimas de corazón, tal vez. Muchos abrazos, risas, risas, diversión.
¿Cómo?
1. Imagínate a ti mismo conectando con tu hijo, sintiendo amor profundo, ahora mismo. Tal vez sea ese buenos días y acurrucarse con él. Manten esa imagen durante 60 segundos completos. Míralo como una película. ¿Cómo te sientes y actúas? ¿Cómo está respondiendo su hijo? Deja que esa sensación se impregne. Estás programando tu subconsciente, para que puedas crear más de estos momentos en tu vida.
2. A medida que avanza el día de hoy, fíjate cada vez que comienzas a irritarte con tu hijo. Imagina esa imagen cálida y siente esa sensación nuevamente. (Sí, antes de corregir a su hijo.) ¿Suena difícil? Sigue practicando. Se pone más fácil. Ayuda si puedes ver las cosas desde la perspectiva de tu hijo en lugar de quedarte atrapado en el tuyo. Siempre hay más de una forma de interpretar una situación.
3. No intentes guiar a tu hijo cuando estés enojada. Di "Necesito calmarme antes de hablar contigo". Luego, cálmate y reconcentra tu visión amorosa. Si tus palabras provienen de la ira o el miedo, será contraproducente. Si proviene de tu conexión amorosa con su hijo, crearás menos drama y más amor. Cada interacción fortalece o erosiona tu relación. Tú decides.
4. Toma al menos una acción HOY para hacer que esa imagen amorosa suceda.Incluso una pequeña acción te mueve en la dirección correcta. Los humanos se conectan más rápidamente a través del contacto físico. El juego también es a prueba de tontos. Pero no ocurre sin disminuir la velocidad, deja de lado las distracciones e involúcrate por completo en la interacción con tu hijo. Acurrúquense en el sofá, frótense los pies o inicien un poco de bromas que hagan reír a todos. Alienta la unión de hermanos con una la pelea de almohadas de "niños contra padres". (Deja que los niños ganen).
5. Dense un gran abrazo. Eres una heroína solo por levantarte cada mañana, decidida a ser la mejor madre que puedas ser. No tienes que ser perfecta. De hecho, aceptarte y amarte a ti misma puede ser el mejor regalo que le puedes dar a tu hijo, porque te ayuda a ser más generosa emocionalmente. Entonces abrázate a ti mismo, abraza a tu hijo. Y disfruta de la magia de la conexión.
Mañana: Repite. Te sorprenderá la transformación de tu hogar en una semana. El amor nunca falla.