Toda crisis genera un punto de inflección en los sectores productos de un país, o como es en este caso por coronavirus, en el mundo entero. Y es que la actual pandemia ha afectado en todos los niveles comerciales, desde las empresas multinacionales hasta llegar sobretodo al pequeño comercio.
Los mercados han sufrido cambios inesperados desde el origen como los productores de materia prima así como el sector retail con pérdidas millonarias y la caída del PIB a nivel mundial.
Las empresas y comercios están siendo afectados a corto y largo plazo. Habrá algunos que tardarán más en recuperarse como los viajes y el ocio, mientras que los productos de primera necesidad han aumentado la demanda, pero a costa de bajar los costos de materias primas.
El pequeño y micro empresario se ha visto en la necesidad de recurrir a apoyos públicos o privados para mantener la operatividad de su negocio o inluso para completar el pago de la nómina de sus colaboradores, pero estas acciones son reactivas. ¿Qué sucederá más adelante?
Es importante reconocer la situación y preparación que tiene cada negocio para saber cómo debe actuar y las acciones que necesitan llevarse a cabo. Es momento de analizar el entorno y cómo está evolucionando la economía actual para estar preparados ante el escenario que venga en los próximos meses. Es decir, aceptar si nuestro plan de negocio está listo para adaptarse a las nuevas necesidades y a las formas de consumo para ser uno de los que sobrevivan a esta crisis y si no, tomar las decisiones necesarias para actuar lo más rápido posible y mantenerse en el camino.
Busca oportunidades y adáptate, escucha y analiza a tu consumidor, recuerda que ellos son la clave para decidir qué hacer y cómo lograrlo. Si bien el camino se mira complicado, no es imposible superarlo.
